¿Cómo declarar la guerra a las deudas malas y ganarla?
Autora: Carmen Simé
¿Qué hacer para conseguir más dinero y salir de las deudas? Esa era la pregunta que me hacía varias veces al día durante mucho tiempo, cuando estaba sumergida en la arena movediza de las deudas malas.
Aunque me lo pregunté miles de veces no encontré ninguna solución, sabes por qué, pues porque mi problema no lo solucionaba el generar ingresos extra, había una serie de situaciones que debían ser resueltas primero.
Cuando los países van a la guerra, no improvisan, ellos tienen una gran cantidad de personas que arman las estrategias para ganar, nadie va a la guerra con la intención de perder, así que si decidiste declarar la guerra a las deudas malas, tienes que hacer lo mismo, debes tener tu propia estrategia.
En este artículo te contaré la estrategia que yo hice, con la que me enfrenté a mis deudas malas para terminar con ellas de una vez y por todas.
Estrategia para declarar la guerra a las deudas malas y ganarla
Antes de darte la estrategia que utilicé para salir de las deudas malas, déjame y te aclaro que existen dos tipos de deudas:
Deudas Buenas: Si utilizaste el dinero para apalancarte y generar ingresos, por ejemplo tomaste un préstamo para hacer un negocio, que te ha dejado ganancias.
Deudas Malas: Si el dinero lo utilizaste para gastarlo, por ejemplo te fuiste de vacaciones y pagaste con la tarjeta de crédito.
A continuación mi estrategia para ganar la guerra a las deudas:
1. Adquirir inteligencia financiera
Aunque fui a la universidad y estudié Contabilidad, hice maestría y todos los cursos habidos y por haber, conocía perfectamente cómo manejar las finanzas de una empresa, sin embargo no llevé esos conocimientos a mis finanzas personales.
Un buen día desperté y entendí que necesitaba educarme financieramente para lograr salir de las deudas malas que había adquirido, porque comencé a ganar más dinero y aún así las deudas seguían creciendo, descubrí que mi problema no era la falta de ingresos, sino que mi era mucho más profundo. Así que comencé a leer libros de Robert Kiyosaki y muchos otros, a ver vídeos y sobre todo a poner en práctica lo aprendido.
Adquirí tantos conocimientos que ahora los comparto con otras personas que están pasando por situaciones financieras difíciles y necesitan alguna asesoría.
2. Analizar cómo llegué a esas deudas
Esta parte es dolorosa, pero necesaria, aquí tuve que ser sincera y asumir mi responsabilidad sobre las deudas adquiridas, es más fácil decir que el gobierno tiene la culpa, que la empresa debería pagarte un salario más alto o que ese familiar que está en una mejor posición debería ayudarte más. Pero no hay que engañarse debes asumir tu cuota de responsabilidad, independientemente de que otros hayan tenido algo que ver en tu endeudamiento.
En este punto aprendí a decir que “NO” ¡Uff! fue liberador, porque por esta deficiencia adquirí muchas deudas, sabes lo mejor, no pasó nada, el mundo siguió girando y cada quien resolvió sus problemas de otra manera. Si al igual que yo entiendes que debes resolver los problemas de todos, menos los tuyos, te invito a practicar el decir no puedo en este momento, no está en mi presupuesto, etc. Si puedes hacerlo ayuda a los demás, pero comenzando por ti misma, porque ¿Cómo vas a dar de lo que no tienes?
Otra cosa que hice fue revisar mis creencias sobre las deudas y el dinero, porque la mayoría de las decisiones que tomamos están relacionadas con informaciones que se han registrado en nuestro subconsciente y que hemos aceptado como verdad, pero que no lo son.
3. Crear un plan de acción
Imagínate que los países sólo se quedaran en crear buenas estrategias para derrotar al enemigo, pero nunca van al campo de batalla, jamás sabrían si funcionan y mucho menos van a ganar.
Toda la teoría suena muy bonita y todas decimos “es cierto, me gustaría hacerlo” pero nuestro cerebro se sonríe y dice: “Oh ella solo le gustaría hacerlo” sube sus pies en el sofá y sigue estando cómodo. Por el contrario, cuando decimos lo voy a hacer y creamos un plan, nuestro cerebro no tiene otra opción que ponerse a generar ideas.
Mi plan de acción consistió en elaborar un presupuesto anual y otro mensual, con una reducción al mínimo de los gastos, el único gasto que no me permití disminuir fue el de la educación de mi hijo, después todo se redujo.
Por ejemplo, en vez de ir al cine, íbamos al parque gratis. Hice cambios y mi hijo se divertía y no me costaba dinero. Pagaba para que me limpiaran la casa y prepararan los alimentos, eliminé ese gasto e hice un plan para la limpieza de la casa y menú para preparar las comidas más rápido, económicas y saludables.
Este plan debe entrar en acción de inmediato, en finanzas esperar tiene un costo demasiado alto y más cuando se trata de deudas.
4. Parar el sangrado
Cuando me hago una pequeña herida en casa, lo primero que tomo es un poco de azúcar para parar el sangrado, es fácil cuando es pequeña, pero cuando la herida es grande debemos colocar un torniquete, eso fue lo que hice con mis deudas.
Hay que frenar el incremento de las deudas, esto te dará tiempo para pensar y generar ideas que te ayuden a salir de las deudas.
Para frenar el sangrado yo rompí las tarjetas de crédito de forma tal que si iba a comprar y tenía la tentación de pasarlas no podía, sólo las usaba para tener el número e ir al banco a pagar, los cajeros me decían: “ Señora Carmen su tarjeta está rota, debe pasar a servicio al cliente a solicitar una nueva” y yo de acuerdo gracias. Pero por dentro decía iré a servicio al cliente cuando venga a cancelarla.
Cuando haces un torniquete siempre es de emergencia, imagínate en la guerra tomas cualquier cosa que tengas a la mano. En finanzas funciona muy bien como torniquete el vender cualquier cosa de valor que tengas, yo tenía anillos y aretes de oro y los vendí, fue como ponerme un poco de oxígeno, eso me alivió en lo que seguía buscando otras formas de generar ingresos extra.
5. Cuando la situación es crítica
Si has hecho todo lo que te he mostrado anteriormente y aún sigues en una situación crítica de endeudamiento, a mi me pasó también, entonces hay que usar el tanque de guerra y los misiles para poder ganar. Yo salí a buscar otro empleo y salir de mi zona de confort.
Para mi sorpresa estaba más calificada de lo que creía, y conseguí un mejor empleo. Los ingresos llegaron en el momento preciso cuando ya tenía ciertos conocimientos de finanzas personales y esta vez iba a hacer las cosas correctamente para no volver a caer en las deudas malas.
6. Involucrar a Dios en el proceso
Aunque aquí está de último, fue lo primero que hice, porque no tenía fuerzas, mi cerebro estaba hecho bolas y estoy segura que por mi sola no lo hubiese logrado, así que involucré a mi Padre que es el dueño de todo, le pedí perdón por no administrar el dinero de la forma que Él me ha mostrado en su Palabra, cerré la puerta de la desobediencia y Dios inundó mi corazón de Su paz que sobrepasa todo entendimiento.
Cada situación es diferente, pero esta estrategia aplica para la mayoría, solo adáptala a tu caso en particular y comenzarás a ver resultados antes de lo que esperas.
Arma tu plan y si necesitas ayuda escríbeme a mi correo electrónico carmen@gestionatusfinanzaspersonales.com para una asesoría.
Recomendado: Qué hacen diferente las personas que logran salir de las deudas
Un gran abrazo
Carmen Simé
Tu guía financiera
www.gestionatusfinanzaspersonales.com
Sobre la autora
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