7 Creencias Limitantes Que No Dejan Avanzar A Una Mujer Emprendedora
Autora: Carmen Simé
Ser emprendedora ha sido una de las cosas más gratificantes que he hecho; sin embargo, también uno de los retos más grandes que he experimentado. Porque cuando eres emprendedora, te enfrentas a tantas situaciones externas que te afectan, pero las más grandes están en tu interior y deben ser derribadas para que puedas tener éxito.
En cada acción que das como emprendedora hay muchos miedos, retos, creencias que limitan tu crecimiento, hasta que los superas el éxito no llega, y miramos a nuestro alrededor y vemos que está todo lo que necesitamos para tener éxito, pero muchas veces olvidamos mirar hacia dentro para trabajar todas esas cosas que no nos dejan avanzar.
En este artículo quiero hablarte de las creencias limitantes, esas que has entendido como verdaderas en tu subconsciente y que se te hace difícil reconocerlas y cambiarlas.
Pero… ¿Qué es una creencia?
Una creencia no es más que el estado de la mente en el que un individuo supone verdadero el conocimiento o la experiencia que tiene acerca de un suceso o cosa.
Básicamente creer significa «dar por cierto algo, sin poseer evidencias de ello».
Cuando tenemos una creencia sea buena o no la defendemos de manera lógica y la expresamos mediante una afirmación.
Las creencias vienen de diferentes fuentes, pero la principal es la familia. Las cosas que tus padres te decían o hacían (con la mejor de las intenciones) para ti se convierten en creencias porque son tus patrones de referencia, tus ejemplos a seguir.
Por ejemplo, si tus padres nunca emprendieron un negocio, siempre buscaron excusas para no hacerlo, eso fue lo que aprendiste y quizás hace tiempo algo dentro de ti te dice que puedes emprender y de inmediato llegan cientos de excusas a tu mente de por qué no hacerlo. Si piensas en ellas de manera consciente, puede que sean las mismas de tus padres o muy parecidas.
Las creencias son tan poderosas que te cuento que aprendemos a endeudarnos desde que vamos a la escuela y pedimos un lápiz prestado ¿Puedes creer eso? Es muy importante que te hagas consciente de esas creencias limitantes que no te han permitido crecer para que comiences a cambiarlas por otras que estén más alineadas con tus metas y sueños.
7 Creencias limitantes que no dejan avanzar a una mujer emprendedora
1. No soy lo suficientemente buena para esto
Es posible que hayas sido criticada desde niña por las cosas que hacías, alguien se burló de ti y por eso no te consideras lo suficientemente buena para ese negocio. Pero esa parte está en tu zona de influencia, lo que significa que puedes cambiarlo.
Analiza de manera consciente las habilidades y conocimientos que tienes, vas a descubrir que tienes lo que necesitas para comenzar tu negocio,no te dejes engañar por esa creencia que está en tu subconsciente.
Si después de analizar conscientemente lo que tienes, y aun así piensas que te falta algo, sólo tienes que aprenderlo. Somos privilegiadas de vivir en la era de la información. Si es algo especializado que no podemos aprender por nosotras mismas, contratamos a alguien que sepa hacerlo, cuando eres emprendedora no tienes que saberlo todo.
Otra cosa, los emprendedores aprendemos de nuestros errores, no nos castigamos por cometerlos, sabemos que los errores nos acercan más a lo que queremos.
Sube tu autoestima y comienza a valorarte por lo que eres, una mujer valiosa y poderosa que puede lograr todo lo que se proponga.
2. ¿Y si esto no es tan perfecto como espero?
Para comenzar debo darte una mala noticia, la perfección no existe. El que busca la perfección es el eterno insatisfecho. Lo que para ti hoy parece perfecto es posible que mañana sea de lo peor, porque vas a ir evolucionando, las cosas no van a permanecer iguales, ni tampoco tu percepción de las mismas va a permanecer igual.
En lugar de atormentarte con esos pensamientos de lo que puede ser mañana, toma acción hoy y haz que suceda. Que la búsqueda del perfeccionismo no sea una excusa para seguir procrastinando. Es bueno tener grandes expectativas, pero siempre enfocadas en la excelencia, en hacer las cosas lo mejor que puedas y no en la perfección.
3. Muchas personas están haciendo este tipo de negocio y lo hacen mejor
Ver lo que otros emprendedores y empresarios están haciendo es bueno para inspirarnos, pero jamás para compararnos con ellos, porque todos tenemos algo diferente que ofrecer al mundo.
Te aseguro que, si le das dos huevos y los mismos ingredientes a dos personas para que hagan un omelet, ambos lo harán diferente, no importa si estás emprendiendo un negocio que te parece ya otros tienen, siempre habrá la manera de diferenciarte, con el simple hecho de que estás ahí es suficiente para que no sea igual que los demás.
4. No tengo apoyo de nadie
Cuando piensas en que no tienes apoyo de nadie, ¿Eso te incluye a ti? Porque eres la materia prima para echar adelante tu negocio. Las mujeres somos poderosas y logramos cosas que al principio parecían imposibles.
Analiza de quienes estás esperando apoyo, ¿te cuento un secreto? los demás no pueden adivinar que necesitas ayuda, a menos que se la pidas. Recuerda que cada persona tiene sus propias situaciones, sus propios retos, así que toca salir de la victimización, tomar acción y pedir ayuda cada vez que la necesites.
Hay mucha gente que necesita lo que vas a ofrecerles, no les limites ese privilegio.
5. A las mujeres no nos toman en serio en los negocios
Si bien es cierto que hay una brecha entre los hombres y las mujeres en los negocios, déjame darte una muy buena noticia, ya esa brecha no es tan grande como años atrás. Hoy día más y más mujeres están comenzando su propio negocio y sumergiéndose en el mundo empresarial con mucho éxito. De hecho, en las estadísticas del año 2016 en USA muestran que hay 1,118,863 de empresas propiedad de las mujeres, lo que representa un 20% de los empleadores. Vamos a ver lo que arrojan las estadísticas del censo del 2020, te aseguro que ese número debe haber subido mucho más.
Con esas cifras, ¿Vas a seguir teniendo esa creencia? Creo que se cae de inmediato, las mujeres cada día ganamos más terreno en el ámbito empresarial, porque tenemos la capacidad de llevar las empresas hacia el éxito con profesionalismo, pasión y responsabilidad.
6. ¿Y si esto no es lo que realmente quiero?
Cuando surge la duda, siempre nos paralizamos, esa parálisis es tan real que aveces la sentimos físicamente. Cuando comienzas a hacerte preguntas como ¿Para qué voy a hacer esto? ¿Por qué lo haría? ¿Tengo los conocimientos para hacerlo? Si a la duda le damos un giro y la convertimos en esperanza, si miramos al futuro con un poco más de optimismo, la vencemos.
Si aprendemos a conocernos más, creencias limitantes como estás no van a durar mucho tiempo en nuestra mente, porque de alguna parte surgirá la esperanza de que podemos hacerlo y es lo que queremos hacer.
7. Tengo que sacrificar mi vida personal
Muchas mujeres se detienen al pensar comenzar un negocio porque entienden que van a tener que sacrificar sus vidas o si son casadas con hijos, la de sus familias, se preguntan ¿Podré encontrar el balance entre mi negocio y mi vida personal? No te voy a negar que pensar eso paraliza a cualquiera; sin embargo, si te das cuenta, eso no ha sucedido, es solo una posibilidad, no es algo que te garantizan que sucederá de esa manera.
¿Si tú tienes el control, no crees que vas a buscar la manera de encontrar la armonía entre tu vida y tu negocio? Claro que lo harás, sólo tienes que hacerlo de manera consciente e intencional.
¿Qué te han parecido todas estas creencias limitantes?
La buena noticia es que somos humanas y podemos cambiar cualquiera de esas creencias limitantes. Lo primero es hacerte consciente de que la tienes. Si aceptas que no eres perfecta, y te das permiso para equivocarte y aprender de los errores, vas a aprovechar las oportunidades que te trae la vida.
Comienza por creer en ti misma y luego te darás cuenta cómo los demás también van a creer en ti. Cuando decides comenzar el viaje como emprendedora debes saber que tienes que llevar un buen equipaje de autoconfianza y de deseos de ayudar a los demás. Lo demás, llegará en el momento preciso.
Construye tu propia visión de lo que quieres lograr y las razones de por qué quieres lograrlo, asegúrate que esos porqués sean poderosos, que saquen lágrimas y te aseguro que no habrá creencia que te limite a tomar acción.
Un gran abrazo
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