12 Versículos Bíblicos que toda mujer emprendedora necesita

Autora: Carmen Simé

Ser emprendedora, esposa y madre no es nada sencillo, así que necesitamos ayuda para que nuestro espíritu se fortalezca y podamos seguir adelante. 

Mi fuente de fortaleza es Dios, por medio de su Palabra me mantiene de pie, aunque las cosas no salgan como espero.

Como mujer emprendedora necesitas ayuda, porque habrá momentos en los que no verás luz al final del túnel y necesitarás algo de donde sostenerte y qué mejor que las promesas que Dios nos da en la Biblia.  La mejor parte es que Dios siempre cumple sus promesas.

Quiero compartir contigo algunos versículos bíblicos que a mí me han ayudado y estoy segura que a ti pueden ayudarte también en este viaje.  Pido a Dios que a través del Espíritu Santo me dé sabiduría para guiarte de forma apropiada a través de su Palabra.

Versículos Bíblicos que la mujer emprendedora necesita

1. Las bendiciones que vienen de Dios

Si estás pidiendo al Señor que te bendiga de alguna manera en particular, este versículo puede ayudarte a discernir cuando la recibas si viene de Dios o no.

«La bendición del Señor es la que enriquece, y Él no añade tristeza con ella.» Proverbios 10:22 (LBLA)

Si piensas que has sido bendecida con algún bien material, algo relacionado con tu negocio, tu salud o cualquier área de tu vida, asegúrate que no está trayendo tristeza a tu vida, porque las bendiciones que vienen del Señor enriquecen, dan alegría a tu vida, no preocupación ni tristeza.

2. Cuál es tu prioridad

Quizás necesites conocer cuál es tu prioridad, para que el orden de tu día sea más productivo.

«Pero Marta se preocupaba con todos los preparativos; y acercándose a Él, le dijo: Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo el Señor, le dijo: Marta, Marta, tú estás preocupada y molesta por tantas cosas; pero una sola cosa es necesaria, y María ha escogido la parte buena, la cual no le será quitada.» Lucas 10:40-42 (LBLA)

Sé que nuestros días son largos y con muchas cosas en nuestras agendas, pero elige la más importante, pasa tiempo alimentando tu espíritu, acércate a Dios y Él se acercará a ti.  Búscalo antes de comenzar tu día, las cosas terrenales son temporales, pero las espirituales son eternas.

3. Cómo hacer tu trabajo

No siempre nuestro trabajo es placentero, hay algunos que no quisiéramos hacer por lo demandantes o complicados que pueden ser, si en ese momento piensas en este versículo, es posible que la carga sea más ligera.

«Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres, sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia. Es a Cristo el Señor a quien servís.» Colosenses 3:23-24 (LBLA)

Además de que tenemos que hacer trabajos que no nos agradan mucho, en ocasiones nos encontramos con la crítica de los demás, que nos desaniman, pero si sabemos que todo lo que hacemos es para el Señor nos vacunamos contra la crítica y no permitimos que nos desanime.

4. Sobre el temor

Si sientes que el temor a lo desconocido te paraliza y no te deja avanzar, este es uno de mis favoritos.

«No temas, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré, sí, te sostendré con la diestra de mi justicia.» Isaías 41:10 (LBLA)

La incertidumbre de un negocio nuevo, de lanzar un nuevo producto o servicio, de abrir una nueva ubicación, pueden generarte un estrés difícil de manejar, pero cuando reconoces quién es tu Dios y que está contigo, que te sostendrá, dime si el temor no va a salir corriendo. 

5. Hacer tu parte

Recibir las bendiciones de Dios es un trabajo en equipo, hay una parte que tienes que hacerla, a ti te toca pedir, pero también te toca ponerte en acción.

«¿No te lo he ordenado yo? ¡Sé fuerte y valiente! No temas ni te acobardes, porque el Señor tu Dios estará contigo dondequiera que vayas.» Josué 1:9 (LBLA)

Si algo sabemos las mujeres emprendedoras es que nos toca trabajar duro para que nuestro negocio salga adelante, sabemos que hay un precio que debemos pagar.  Debemos ser fuertes y valientes, porque la promesa que tenemos es impresionante, el Señor nuestro Dios estará con nosotras.  Es una poderosa promesa de la que podemos agarrarnos cuando las fuerzas nos faltan.

6. Sobre el pasado

El pasado murió, ya no existe, de allí sólo aprendemos de los errores y traemos las experiencias que nos salieron bien para repetirlas.

«Hermanos, yo mismo no considero haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.» Filipenses 3:13-14 (LBLA)

Para poder avanzar, necesitamos dejar esa mochila pesada del pasado y extendernos hacia lo que está delante, mirando al futuro ilusionadas por lo que está por venir.

7. Sobre el futuro

Sabes que digo una y otra vez que toda emprendedora debe planificar, porque es lo que podemos hacer con el futuro porque no existe, pero me gustaría invitarte siempre a dejar espacio para las sorpresas de Dios en esa planificación.

«Porque yo sé los pensamientos que tengo para vosotros» – declara el Señor- «planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza.» Jeremías 29:11 (LBLA)

El futuro puede traernos sorpresas, pero debemos dejar todo en las manos de Dios, porque sus planes siempre son mejores que los nuestros, porque Él conoce el final desde el principio.

8. Sobre el presente

El presente es un regalo que Dios nos da todos los días, tiene 24 horas y la forma cómo usemos ese tiempo hará la diferencia.  El Señor en su sabiduría, nos da un día a la vez, por qué echarlo a perder.

«Por tanto, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástele a cada día sus propios problemas.» Mateo 6:34 (LBLA)

Mi querida emprendedora, mejor no puede ser dicho, Jesús sabe de nuestro afán por preocuparnos por lo que va a pasar mañana, Él dice vive los problemas de un solo día. Te invito a que vivas un solo día a la vez.

9. Cuando estás desesperada

Si te sientes desesperada sostente con este versículo, otro de mis favoritos.

«Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús». Filipenses 4:6-7 (LBLA)

Este versículo es tan poderoso para mí, no sólo porque puedo dejar mis peticiones y súplicas delante de Dios, sino porque al descansar en Él voy a recibir esa paz que me colma el corazón, aunque no pueda entenderla.

Si no te es suficiente con ese, mira este también:

«Clama a mí, y yo te responderé y te revelaré cosas grandes e inaccesibles, que tú no conoces». Jeremías 33:3(LBLA)

Dios siempre responde, sólo no te desesperes, persevera, porque aveces la respuesta puede ser el silencio, otras veces va a ser no, o quizás ahora no, pero en otras será sí, hágase conforme a lo que quieres, porque en ese momento tus peticiones están alineadas con la voluntad de Dios.

10. Para hackear tus pensamientos

Dijo Mahatma Gandhi:

Tus creencias se convierten en tus pensamientos,
tus pensamientos se convierten en tus palabras,
tus palabras se convierten en tus acciones,
tus acciones se convierten en tus hábitos,
tus hábitos se convierten en tus valores,
tus valores se convierten en tu destino.

Si tomamos esto en cuenta, nuestros pensamientos son demasiado importantes en nuestra vida como para dejarlos que anden sueltos, necesitamos controlarlos, yo lo hago con este versículo:

«Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad». Filipenses 4:8 (RVR1960)

Cuando logro pasar mis pensamientos por este filtro, me mantengo en control de ellos, si por ejemplo, pienso sobre el pasado, este filtro me dice, ya eso no es verdad, el pasado no existe.  Si pienso mal de alguien, me dice no es justo lo que estás pensando, y así sucesivamente.

Controlar los miles de pensamientos que pasan diario por tu cerebro es tu responsabilidad, ahí tienes tu ayuda idónea para lograrlo.  La recompensa será muy gratificante.

11. Sobre escuchar

Estamos en crisis de escuchar, todos quieren ser escuchados y no muchos prestan atención a escuchar.  Sin embargo, cuando de forma intencional decides convertirte en una persona que escucha a los demás, te das cuenta de los conflictos que evitas.

«Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse». Santiago 1:19 (RVR1960)

Por algo el Señor nos dio dos oídos y una boca, quizás quiere que escuchemos más y hablemos menos. 

Hay otro versículo que me encanta para hablar menos.

«Hasta los necios pasan por sabios si permanecen callados; parecen inteligentes cuando mantienen la boca cerrada.» Proverbios 17:28 (NTV)

12. Agradecimiento

Agradecer no debe faltarle a una mujer emprendedora, el agradecimiento es el antídoto de la queja, que para mí es el peor cáncer que existe.

«Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús». 1 Tesalonisenses 5:18

Dar gracias a Dios cuando las cosas salen como lo planificamos es muy sencillo, pero agradecer cuando no van bien, no es fácil.  Debemos agradecer en todo tiempo por todo, sólo Dios en su infinita soberanía sabe por qué suceden las cosas.

Aunque estemos pasando por un mal momento, te aseguro que, si te detienes a mirar cada área de tu vida, tendrás miles de cosas por las cuales estar agradecida.

Como has visto hay muchos versículos bíblicos que puedes usar a tu favor para mantenerte de pie, para tener esperanza y para enfrentar todo lo que te traiga cada día.

Dedica tiempo para estar en la Palabra de Dios y encuentra esos textos que te llenarán de fortaleza y esperanza para seguir este viaje como emprendedora.

Pido a Dios que bendiga tu vida, la de tu familia y a tu negocio, hoy y siempre, en el nombre de Jesús. Amén.

Un gran abrazo

transformar una crisis en una oportunidad

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